El primer requisito de todo culturista es incrementar su volumen
corporal.
Cuando uno ha adquirido el suficiente tamaño muscular entonces ha
de centrarse en perseguir la proporción, la definición y otras cualidades
físicas, pero el primer factor que distingue a todo culturista en el mundo del fisicoculturismo es poseer una
masa muscular muy superior a la media. Sin embargo, hay miles de chicos
machacándose a diario en el gimnasio sin lograr incrementar de forma destacable
su musculatura.
Pero si seguís las indicaciones que voy a sugeriros podréis
aumentar... ¡hasta 10 kilos en 10 semanas!
Sé perfectamente que prometer una
ganancia de 10 kilos en tan sólo 10 semanas suena a poco menos que una estafa,
sobre todo para todos vosotros que lleváis tiempo entrenando sin apreciar
aumentos significativos en la balanza.
Siempre he pensado que cuando algo
suena demasiado bueno como para ser cierto, entonces es que no lo es. Y pocas
veces me he equivocado. Pero en esta ocasión es posible y aunque me equivoque en
cierto grado, ¿decidme si no firmaríais ahora mismo por lograr la mitad de esa
ganancia? ¿Cuánto tiempo hace que no aumentáis cinco kilos?
Espero ser capaz
de haceros comprender por qué y cómo es posible alcanzar esos resultados y si
logro que lo entendáis, entonces tendréis el 50% del camino recorrido.
No es
fácil progresar de forma lineal
Empecemos por aceptar que efectuar ganancias
muy importantes no es algo común, ni lógico, ni desde luego sostenible en el
tiempo, especialmente si hablamos de progresos naturales. Pero hay
circunstancias en que sí es posible obtener marcas por encima de la media. Ante
todo es necesario distinguir la diferencia que existe entre realizar un progreso
puntual y hacerlo de modo lineal o continuado. Los progresos continuados son
difíciles, muy poco tangibles y de pequeña escala, mientras que los puntuales
pueden ser mucho más importantes, incluso de gran envergadura, pero descontinuos
y siempre esporádicos, además sólo pueden producirse cuando se dan las
circunstancias propicias.
En otras palabras, no todos los que sigáis estas
indicaciones que vienen a continuación vais a experimentar las susodichas
ganancias de 10 kilos en 10 semanas, pero si vuestra situación es la idónea sí
podréis experimentar ese empujón de aumento. Ahora bien, como decía antes,
pongamos que en el peor de los casos no lográis ese incremento y sólo conseguís
el 50%, es decir que sólo ganáis cinco kilos en ese corto periodo tampoco. ¡Qué
dulce derrota!
Para la mayoría de los culturistas naturales ganar cinco kilos
es todo un logro, y no en 10 semanas... ¡sino en todo un año! Ahora bien, el
punto de partida de cada uno es esencial para saber exactamente qué esperar de
este programa.
Utilizar el sentido común para establecer las
expectativas
Antes de entrar en materia directamente, dejadme llamar vuestra
atención sobre el uso del sentido común para calcular las expectativas realistas
de cada uno. Como es evidente no es juicioso pensar que un culturista avanzado
que está ya muy cerca de su máximo potencial de crecimiento pueda experimentar
grandes incrementos de tamaño en un corto periodo de tiempo, sencillamente
porque ya no le queda mucho margen para hacerlo. Por tanto, este tipo de
empujones suele darse mejor en casos en los que el culturista se encuentra
todavía lejos de haber materializado su máximo potencial.
Si bien los
principiantes son los que más margen tienen para crecer y suelen ser los que
personifican las mayores transformaciones físicas, tampoco son los mejor
situados en este caso porque carecen de la experiencia con la dieta y el
entrenamiento para realizar este salto cuantitativo adelante.
Las
indicaciones y estrategias que siguen a continuación son desde luego útiles para
ellos también, pero dudo que logren ganar tal cantidad de peso muscular en dos
meses y medio porque, como digo, su metabolismo no está todavía acostumbrado a
sacar partido del aumento de alimentos y sobre todo sus músculos y su mente no
están en disposición de entrenar con la suficiente intensidad como para sacar
provecho de cada serie y repetición.
Según mi experiencia, los culturistas
que llevan entre un año y varios de entrenamiento asiduo, esos que solemos
considerar intermedios, son los que están en mejores condiciones para pegar
semejante despegue en peso y masa muscular. Curiosamente son los culturistas
intermedios los que suelen caer más fácilmente en la trampa del
sobreentrenamiento y en la subalimentación.
Con frecuencia han ido ganando
fuerza y tamaño hasta un punto razonablemente bueno, pero entonces casi
imperceptiblemente empiezan a añadir un ejercicio acá y otro allá, y alguna
serie más aquí y allí y al final su rutina es demasiado larga, pero no lo
suficientemente dura. Pronto el cuerpo se acomoda a esas sesiones, que ya no
suponen ningún desafío como para estimular el crecimiento en un grado sustancial
y sus rutinas pierden la capacidad de estimulación del crecimiento.
Por otro
lado, la alimentación también suele convertirse en algo monótona y con el tiempo
se acerca a una dieta convencional, con la adición de algunos suplementos, como
si eso ya la convirtiese en una dieta culturista.
Considero que los
principiantes constituyen un extremo con poca experiencia, como para poder hacer
que sus cuerpos reaccionen con el calado que estamos buscando, y los muy
avanzados están ya muy cerca de su máximo potencial como para que tengan margen
para una mejora de semejante magnitud.
Por consiguiente, el centro entre
estos dos puntos constituye la gran mayoría de los que practican culturismo y
éstos sí pueden todavía dar este salto adelante.
Una última observación antes
de entrar en los detalles.
Como es evidente no todos responderéis en igual
grado, puesto que no tenéis el mismo tipo de metabolismo, que de modo general se
clasifican en tres tipos, los ectomorfos, o delgados por naturaleza, los
endomorfos o gordos y los mesomorfos o musculosos naturales, de manera que los
primeros siempre experimentarán más dificultades para materializar ganancias de
tal envergadura.
Pero lo cierto es que si aplicáis bien las medidas que
vienen a continuación podréis sin lugar a dudas rayar los niveles de ganancias
de los otros tipos metabólicos.
La alimentación constituye la clave de los
aumentos de peso
No creo que deba insistir mucho para que admitáis que la
dieta es el factor más relevante cuando hablamos de ganar peso magro. Si como
siempre se ha dicho somos lo que comemos, entonces es fácil entender que la
forma de alimentarse desempeña un papel crucial en las ganancias de peso
corporal.
Como decía anteriormente, la mayoría de culturistas intermedios
entran en una dinámica alimentaria en la que consideran que la suya es una dieta
apropiada, cuando en realidad no lo es.
El primer requisito es establecer una
periodicidad regular de comidas y no saltársela por nada del mundo. Hay que
hacer seis comidas al día y eso no es negociable, ni hay excusas para omitir
ninguna de ellas. Al cuerpo hay que proporcionarle materiales con los que
desarrollar tejido muscular y para funcionar correctamente y eso hay que
mantenerlo un día y al siguiente también, porque de esa manera acostumbráis al
metabolismo a procesar una gran cantidad de alimento, requisito indispensable
para sumar kilos de músculo.
Asimismo, es importante que la dieta sea
saludable, sabrosa y nada complicada para que puede seguirse sin esfuerzo.
He
aquí un par de ejemplos sobre los que podréis realizar algunas
modificaciones:
Comida 1 A
Un tazón de leche desnatada
Dos
dosificadores colmados de proteína
Dos tazas de copos de avena
Una
manzana
Comida 1 B
Dos dosificadores colmados de proteína diluidos en
agua
Dos tazas de copos de avena
Una tortilla de 4 claras y 2 yemas
Una
rebanada de pan integral
Una rodaja de piña natural o un kiwi
Comida 2
A
Una taza de arroz integral
Una taza de brócoli
Dos cucharadas de
aceite de lino o de MCT
250 gramos de pechuga de pollo
Una
manzana
Comida 2 B
Una taza de arroz integral
Una ensalada verde
abundante con una cucharada de aceite de oliva virgen
30 gramos de frutos
secos
250 gramos de salmón a la plancha
Piña natural
Comida 3 A
200
gramos de pechuga de pollo picada (en hamburguesa)
Una cucharada de aceite de
lino o de MCT
200 gramos de boniato
Comida 3 B
200 gramos de pechuga de
pavo picada (en hamburguesa)
Una cucharada de aceite de lino o de MCT
Una
patata grande
Una taza de brócoli
Comida 4 A
Un batido de 2 huevos
enteros (clara y yema) con taza y media de leche desnatada
Dos dosificadores
colmados de proteína
Una taza de copos de avena
Comida 4 B
Dos
dosificadores colmados de proteína diluidos en agua
Dos huevos enteros
Una
taza de copos de avena
Comida 5 A
Igual que en la 4 B
Comida 5
B
Igual que en la 4 A
Comida 6
250 gramos de salmón (al horno o
plancha)
Una taza de arroz integral
Una taza de verduras variadas
Una
cucharada de aceite de lino o de MCT
Comida 6 B
250 gramos de pechuga de
pollo
Una taza de arroz integral
Una taza de verduras variadas
30
gramos de frutos secos
Un yogur natural
Podéis realizar algunos cambios en
función de vuestros gustos personales, o condiciones metabólicas. Por ejemplo,
podéis sustituir una cucharada de aceite por una de manteca de cacahuete, que es
una grasa buena, pero no en todas las comidas sino sólo una. Podéis diluir la
proteína en agua en lugar de en leche si pertenecéis al grupo de los endomorfos,
o si presentáis alguna alergia a la lactosa de la leche.
De todas formas,
esta dieta proporciona aproximadamente entre unas 4.500 – 4.750 calorías, con
unos cerca de 400 gramos de proteína, 550 de carbohidratos y 110 de grasa.
Creedme que si seguís esta dieta durante estos dos meses y medio siguientes el
50% de las ganancias están ya aseguradas. Bebed abundante agua entre comidas y
comed de forma relajada, sin prisas y masticando bien.
Entrenar para aumentar
el volumen
Cuando se trata de incrementar el tamaño de los músculos, la dieta
es esencial, pero también lo es en igual medida el entrenamiento. En mi opinión,
los culturistas intermedios suelen dar por descontado que su rutina es efectiva
y no se cuestionan la falta de estimulación suficiente, a pesar de que realicen
bastante ejercicio, casi siempre más de la cuenta.
Mi primer consejo es que
os toméis una semana de descanso del gimnasio, para así hacer una especie de
reset y poner a cero el contador. No temáis, durante una semana no perderéis ni
fuerza ni tamaño, pero sí que dais la opción para que el cuerpo se recupere en
caso de sobreentrenamiento y se recargue de energía, que pueda reparar las
pequeñas lesiones latentes y sobre todo os preparéis físicamente para los dos
meses y medio intensos que se avecinan.
Durante esa semana de descanso activo
podéis hacer algo de ejercicio aeróbico de muy baja intensidad, pasear por el
campo, pero en ningún caso realizar actividades fuertes. Debéis prepararos
mentalmente para el programa que vais a emprender. Os sugiero que os dediquéis a
examinarlo, a entenderlo y a asimilarlo, a comprender sus mecanismos, de forma
que seáis capaces de poner en práctica su aplicación con máximo rigor.
La
clave del éxito consiste en lograr la máxima estimulación muscular posible con
el mínimo desgaste físico y energético. Comprended que con las pesas vais a
tratar de destrozar cada fibra de cada músculo, sin embargo el ataque deberá ser
devastador pero breve, para no drenar toda la energía y permitir que el cuerpo
se recupere y proceda al crecimiento. Entrenaréis cuatro veces por semana,
lunes, martes, jueves y viernes, de esa forma tras los dos primeros días
descansáis uno y tras los dos segundos, dos.
He aquí la rutina que vais a
seguir:
Lunes
Espalda y bíceps
Jalón de brazos rectos en polea, seguido
en superserie por dominadas de agarre medio, 3x 1
Remo inclinado con barra,
3x 8
Curl alterno sentado, seguido en superserie por el curl con barra de
pie, 3x 8
Curl de predicador a un brazo, 2x 8
Martes
Hombros y
gemelos
Elevaciones laterales con mancuernas, seguidas en superserie por el
press de hombros con mancuernas sentado, 3x 8-10
Remo al mentón,
3x8
Contracciones para el deltoides posterior en aparato pec deck, 3x
10
Elevaciones de gemelo sentado, seguidas en superserie por elevaciones de
talones tipo burro, 3x 15
Elevaciones de talones de pie, 3x
12
Jueves
Pecho y tríceps
Aberturas planas con mancuernas, seguidas en
superserie de press de banca inclinado, 3x 8
Press de banca con mancuernas 3x
6-8
Fondos de paralelas, 2x máximas repeticiones
Extensiones de tríceps en
polea, seguidas en superserie por extensiones con barra tumbado (rompecráneos),
3x 8
Extensión con barra por detrás de la cabeza, sentado, 3x
8
Viernes
Cuadriceps y femorales
Extensiones de piernas, seguidas en
superserie por prensa inclinada, 3x 10
Sentadilla, 2x 8-10
Curl de femoral
tumbado, seguido en superserie por peso muerto con piernas rectas, 3x
10
Nota: No se cuentan las series de calentamiento.
Las claves del éxito
de este programa de entrenamiento son las siguientes:
Realizad los dos
primeros ejercicios en forma de superserie de preagotamiento, es decir que tras
la realización del primero se efectúa el siguiente sin que medie descanso
alguno. Procurad que la primera serie sea ya dura, no os reservéis porque sepáis
que viene otro ejercicio inmediatamente después. Procurad agotar el músculo ya
en el primer movimiento. El segundo será muy duro, pero de eso se trata, de
activar las fibras más profundas. Así que a tope en el primero y lo mismo en el
segundo, aunque no podáis cumplir con las repeticiones establecidas.
No
descanséis entre las series que forman una superserie, pero tampoco demasiado
entre éstas, bastará con dos minutos como máximo. El siguiente ejercicio después
de las superseries para cada grupo se ha de llevar a cabo con tanto peso como se
pueda, que no será mucho por el cansancio acumulado, con lo cual se aleja el
riesgo de lesión, porque las cargas no serán excesivamente elevadas, pero como
el músculo no entiende de cifras sino de dificultad, podréis usar 80 kilos en la
sentadilla y parecerá que lleváis 200. Pero además el efecto será el mismo,
porque las piernas tendrán que emplearse igual o tal vez más fondo. Por tanto,
el tercer ejercicio en series convencionales ha de ser el más duro y el que ha
de recabar hasta la última fibra a la acción. No deis por concluida cada serie
hasta que seáis incapaces de hacer una repetición más.
Haced las repeticiones
a ritmo moderado y en su pleno recorrido, la velocidad sólo se imprime para
pasar de un ejercicio al otro entre las superseries y no perder tiempo, pero el
peso se ha de mover siempre bajo control y a ritmo moderado.
Como las piernas
son el grupo que más energía consume, se entrenan el viernes para disponer de
dos días completos de descanso después. Asimismo, la espalda es el otro grupo
que más agota y en este caso se ataca el lunes después de haber descansado dos
días.
Los mayores progresos de vuestra vida
Meditad bien durante esa
semana previa al programa qué vais a hacer y por qué ha de funcionar, para estar
plenamente convencidos de su eficacia y poder darlo todo durante esas 10
semanas.
Si os aplicáis bien, no sólo ganaréis peso y tamaño, sino mucha
fuerza, tanta que ésta garantizará progresos continuados después de esos dos
meses y medio.
Mentalizaos por completo, ganar 10 kilos en 10 semanas no es
algo sencillo, ni que pueda repetirse todos los días, pero si os concentráis en
el trabajo duro, más que duro, brutal, y en la brevedad para no derrochar
demasiada energía y os alimentáis bien, además de descansar por completo en
cuanto salgáis del gimnasio, podéis llevaros la grata sorpresa de dar en la
báscula 10 kilos más al cabo de 10 semanas.
Bueno, y vosotros incrédulos,
aunque logréis la mitad de esa ganancia, ¿no me digáis que no vale la pena
probar este programa?